viernes, 17 de febrero de 2017

La traducción científica: problemas y perspectivas (por el Dr. Rodrigo Díaz)

La traducción es una labor crucial para la comunicación entre distintas culturas y la función que cumple en la transmisión del saber científico es fundamental. Sin embargo, quienes nos dedicamos a las labores de la ciencia básica y aplicada (ya sea la investigación, la industria o el desarrollo de nuevos productos) no estamos tan conscientes de lo que implica el proceso de traducción y qué tan importante es para nosotros. Una traducción inadecuada puede afectarnos de diversos modos: pérdida de conocimiento, metodologías inservibles, transmisión de datos erróneos.

Durante mi experiencia como científico dedicado a la traducción profesional, he advertido que existen dos tendencias en cuanto a la traducción científica especializada: 1) la labor realizada por los propios científicos y los profesionales que traducen textos de sus respectivos campos, y 2) el trabajo de traductores de formación, para quienes la traducción científica es una parte de la experiencia profesional, tal como la que realizan para otros campos (jurídico, financiero, literario, etc.). Ambas labores son encomiables, no obstante, cada una presenta ciertas limitaciones.

Con respecto a los científicos, muchas veces estamos impregnados de “vicios” del lenguaje derivado de malas traducciones o de términos erróneos que aprendimos durante nuestra formación profesional, tales como calcos o anglicismos. El uso de estos últimos con frecuencia es extendido y, por lo mismo, los consideramos normales. Sin embargo, esto propicia una falta de claridad en el mensaje traducido. Los traductores, por otra parte, se encuentran limitados por un desconocimiento del tema en cuestión. Esto vuelve el proceso de traducción más difícil para ellos y con frecuencia compromete la exactitud del resultado.
La colaboración entre científicos y traductores es bastante limitada. Paradójicamente, esta interacción sería vital para ambos campos. El rigor lingüístico y el perfecto conocimiento del idioma español que tienen los traductores serían deseables en los científicos, mientras que un conocimiento básico de los temas de la ciencia facilitaría la tarea de muchos traductores y les ayudaría a realizar una mejor labor.

¿Por qué no hay (o casi no hay) comunicación entre científicos y traductores? Tal vez debido a que son dos campos que se consideran demasiado alejados entre sí. Otra posibilidad es que ni siquiera estemos conscientes de que necesitamos el uno del otro. Sin embargo, esta posible interacción no sólo beneficiaría a los servicios de traducción especializada en el mercado, sino que podría contribuir a una mejora en la calidad de los libros de texto traducidos de carácter técnico y científico, mismos que son importantes para la formación profesional de estudiantes de distintas carreras universitarias.


Yo, como profesional del campo químico-farmacéutico y de la investigación bioquímica, le debo muchas enseñanzas a mis colegas traductores de quienes he aprendido bastante sobre su profesión. Con base en esta experiencia personal y profesional, se diseñaron y se encuentran en proceso de implementación las labores de enseñanza en Alpha Translations & Academic Services. De forma interna, nuestro equipo de traducción se encuentra en constante comunicación con un equipo científico que le asesora en cuestiones técnicas. Siguiendo este mismo modelo operativo y laboral, nuestro objetivo es unir la brecha que existe entre traducción y ciencia a fin de lograr una verdadera contribución al campo de la traducción especializada.


Esperamos que el alcance de este mensaje y este modelo de trabajo constituyan un precedente y que nuestro país se beneficie de mejores traducciones especializadas en un futuro cercano.

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